Mesa 7: Los amigos de Jenefes y sus amores

Saliendo de todos los parámetros tácitamente establecidos aquella tarde el primero en llegar a Carena fue el Fisgón, entró presuroso dando la última pitada justo antes de poner el pie derecho en la añeja alfombra.


Malas noticias, la Mesa 7 estaba ocupada por dos coquetas señoras que degustaban la última tostada con mermelada de frutilla de la merienda, que se había extendido mucho más de lo normal. Ocurre que  las damas no eran para nada improvisadas en cuestiones de chusmerío y era imprescindible ponerse al día.
El Figón, educado como siempre, se apoyo su codo izquierdo en la barra, pidió un café 3/4 y se dispuso a esperar al resto de sus amigos.
Educado pero chusma, una cosa no quita la otra, apuntaba su oreja hacia la mesa de las damas, intentaba escuchar algo interesante, seguramente algunos amoríos clandestinos, pero nada, la conversación giraba sobre las estampitas que le había obsequiado es Padre Juan y lo lindo que había estado la misa vespertina.
Resignado estaba a punto de ir a sentarse en las mesas ubicadas contra la pared, quería fumar un negro, cuando la dama del saco rojo dijo - lo que es terrible es lo de la chica esa que se suicidó, la policía...


Bastó ese comentario para que el Fisgón disimuladamente diera un paso hacia si derecha para quedar mas cerca de la mesa de las matronas, ese solo comentario bastó para que se active su singular instinto y entendiera que algo interesante podría llegar a venir. No se equivocó.
- Mira Titina, el otro día estuve con la Eulalia, vos sabes que ella conoce mucha gente de la Legislatura... bueno me contó que la chica, bien jovencita, trabajaba ahí donde están los diputados, dice que la llevaron a propósito porque es mas tranquilo, para que no tenga que andar en la calle persiguiendo tupaqueros...
- Pero para que te lleven ahí tenés que conocer a alguien, sino, los dejan en la calle nomás. Interrumpió la interlocutora.
- Es así Titina... mira como la Eulalia elegía quienes estaban y quienes no, pero me contó que a esta chica la llevo Jorge, el amigo que Guillermo...
- Qué Jorge y qué Guillermo?
- El marido de la Eulalia pue, y Jorge es el amigo de él... Jorge Rodríguez...
- El canosito de anteojos?
- Si ese... Dejame terminar... Me dijo la Eulalia, que el Rodríguez ese estaba de novio con la chica, le había alquilado de departamento y todo, pero cuando llegaron los radicales ya no podía seguir ayudando a la chica, y bue... la tuvo que dejar... Pero parece que ella seguía enamorada de Rodríguez...
Pararse en la barra valió la pena, la soledad de su café 3/4 quedó altamente justificado con el pute que se acababa de enterar.
Los muchachos no llegaban, el Mono (con su habitual pose de capataz boliviano)  daba ordenes en una mesa cercana, hasta que Poca Soda apareció raudo y con cara de velocidad, se acercó a su amigo, justificó su tardanza y anunció su pronta partida.
- Te dejo una cortita que me enteré recién, a la Isolda le están buscando reemplazo, viatica sin ningún tipo de límites y el ministerio quedó en manos del subnormal de Mainoli...
- Ese que parece hijo de primos hermanos?
- Es peor de lo que parecía... nos vemos hermano...
El Fisgón volvió a quedar solo, las damas se retiraba, no había mas para enterarse, así que pagó su café, sacó un pucho para prender en la puerta y se fue tranquilo por la puerta de la esquina, quería comprar paltas.
Seguro que en la próxima juntada aparecerán mas datos.